PREGUNTA N° 16
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FANTASMAS DE SERES VIVIENTES
Estaba en nuestra sala de deliberaciones hace algunos días cuando nuestro miembro más radical estaba instándonos a conceder a un muchacho pobre una beca caducada que había ganado, siendo legalmente demasiado joven para recibirla, ya que estando enfermo cuando se efectuó el examen, fue vencido por otro muchacho. A pesar de eso fue considerado por los examinadores de Inglaterra, como moralmente capacitado para recibir dicha beca.
Mientras escuchaba el debate, alguien sentado a mi lado me tocó y dijo: "¡Mire, el Señor Mac F!" Miré en la dirección señalada y allí estaba uno de los maestros del Colegio, el señor Mac, parado detrás del Secretario de Gobierno, escuchando atentamente el debate. Le dije a la persona que me tocó que el señor Mac y yo fuimos condiscípulos y que no lo había visto por muchos años, y sin embargo, parecía no haber envejecido. Después que habló el Secretario de Gobierno, el señor Mac se fue. Pensé que probablemente ese joven de la beca era alguno de sus favoritos, lo cual le habia hecho abandonar sus deberes en el Colegio para venir a escuchar el debate.
Algunos días después fui a ver a una amiga, un poco fuera de la ciudad, y en el curso de nuestra conversación le conté lo del debate. Imagínese mi sorpresa entonces cuando ella dijo que el señor Mac se estaba muriendo en el mismo momento en que yo había pensado haberlo visto. Le respondí que yo creía que estaba mal informada porque alguien me lo señaló, y lo conocía demasiado como para engañarme. "Bien", dijo ella, vaya a la alcoba siguiente y lo verá. Fui. Allí, en la cama, yacía mi condiscípulo el señor Mac, sólo huesos y piel, esperando el final. Había oído mi conversación y estaba interesado, pero yo no consideré que estuviera en condición apropiada para complacer su deseo de que se le repitiera la conversación. Esto fue en la tarde de un sábado. Le prometí ir al día siguiente, Domingo, y decirle lo que había pasado, pero me fue imposible. Falleció el Lunes.
¿Cómo podía tal extenuada persona, aparecer en la plenitud de su vigor viril? ¿Puede uno ver fantasma de los seres vivientes?
Respuesta: Sí, por cierto, existe un número considerable de casos de fantasmas de los seres
vivientes. Todo lo que se requiere es que el cuerpo esté en un profundo estado de sueño o inconsciencia, tal como generalmente ocurre cuando una persona está cerca de las puertas de la muerte. Puede suceder en el acto de ahogarse, o cuando es producido por la caída de un caballo, automóvil, o similares condiciones, o después de recibir un golpe en la cabeza, o cuando se está en cama por enfermedad, cuando el cuerpo está muy extenuado y débil y cerca de la disolución, como en el caso mencionado por nuestro corresponsal. Entonces, la mayor parte del éter que constituye el cuerpo vital puede ser desplazado del vehículo físico, el cual es dejado en un estado semejante a la condición de trance, que puede durar solamente unos pocos minutos, pero como el espacio no es una barrera en los mundos invisibles, el deseo de la persona así momentáneamente liberada, puede llevarla al fin del mundo ocasionando que se aparezca a algún ser amado muchos miles de millas del lugar donde su cuerpo está acostado.
Es mucho más fácil para tal Espíritu materializarse que para aquellos que han abandonado el
cuerpo al morir, porque en el caso de estos fantasmas de los vivos el cordón plateado está todavía intacto la conexión con el átomo simiente del corazón no ha sido rota. Así, es completamente posible que el joven cuya beca estaba en discusión fuese favorito del señor Mac F, como supuso nuestro corresponsal, y cuando se sintió liberado por un desfallecimiento esa tarde, su deseo de recobrarse y de volver a su trabajo en el colegio, lo llevó a los lugares frecuentados y familiares, y le hizo escuchar el debate relativo al derecho del muchacho para recibir el beneficio.
Con relación a la pregunta de cómo una persona tan extenuada podría aparecer en pleno vigor, podemos decir que es una ley en el Mundo del Deseo, que así como piensa el hombre, así es literalmente y sin restricción. Si pensara de sí como un viejo, desgastado y decrépito, formaría su vehículo a lo largo de esas líneas apareciendo así ante los demás, pero el caballero de quien tratamos, evidentemente estaba pensando en recuperar su salud y vigor para así ocuparse de nuevo de su trabajo. Consecuentemente apareció con una salud perfecta cuando fue visto por nuestro corresponsal y la persona que lo señaló.
del libro "Filosofía Rosacruz en Preguntas y Respuestas"
Tomo Segundo, de Max Heindel
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