miércoles, 7 de abril de 2010

PREGUNTA N° 28 MORTALIDAD INFANTIL - en you tube -


PREGUNTA N° 28

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MORTALIDAD INFANTIL

De acuerdo con un artículo aparecido recientemente en un periódico médico, las niñas parecen tener un poder de resistencia mayor con respecto a las influencias enemigas que devastan las filas infantiles durante los primeros años de la vida. Se afirma en este periódico que: «Generalmente hablando, tal vez puede ser dicho que el niño reacciona más violentamente a la enfermedad que la niña, es mes fácilmente golpeado que ésta, no se recupera tan rápidamente cuando la enfermedad toma un curso favorable, y no ofrece tanta resistencia al sufrir de afecciones crónicas". ¿Puede usted explicar esto?

Respuesta: Para el ocultista versado en las enseñanzas Rosacruces, con relación a la polaridad del cuerpo vital la aparente anomalía es fácilmente explicada, junto con otros hechos conocidos de la profesión médica pero no explicados por ésta.
El hombre, que tiene un cuerpo físico positivo, tiene un cuerpo vital negativo. Así es como él no es capaz de resistir la enfermedad tan bien como la mujer, que tiene un cuerpo físico negativo pero un vehículo vital positivo. Por tal razón la mujer es capaz de soportar un asedio
de enfermedad que mataría a un hombre de dos veces su peso y de aparente vitalidad. Ella sufre más agudamente que el hombre; pero sobrelleva el dolor con más fortaleza. Cuando viene el curso favorable, su cuerpo vital positivamente polarizado parece succionar, como con
un millón de bocas, la energía solar. Se hincha y comienza casi inmediatamente a irradiar los
rayos rectos como una bandera que ondea al viento tan característicos de la salud, con el resultado de que el cuerpo físico se recupera a paso rápido.
Por otra parte, cuando el hombre ha sido muy aporreado por la enfermedad, y comienza a recuperarse, su cuerpo vital negativamente polarizado es como una esponja. Absorberá toda la energía solar que puede, pero la avidez notable del cuerpo vital de la mujer falta. Por consiguiente, tarda un gran tiempo debatiéndose con la muerte, y como es fácil que se dé por
vencido ante la lucha, sucumbe más a menudo.
Hay también otra razón para la mayor mortalidad entre los niños. Los estudiantes de la filosofía Rosacruz están familiarizados con la ley que gobierna la mortalidad infantil, a saber,
que cuando el Ego que ésta por morir es muy molestado por las sonoras e histéricas lamentaciones de sus deudos, el barullo propio de la muerte por accidentes ferrocarrileros, incendios, guerras y cosas semejantes, no puede concentrar su atención en el panorama de la vida que entonces pasa en revista, de manera muy semejante a la película proyectada sobre una pantalla.
Este panorama debe ser grabado sobre el cuerpo de deseos para formar, la base de los sentimientos de pena o placer en el Purgatorio y en el Primer Cielo, siendo el dolor transmutado en conciencia para advertir al Ego en vidas futuras de no cometer otra vez los errores del pasado. El placer sentido por causa de las buenas acciones de la vida genera virtud para estimular al Ego o hacer mejores cosas en vidas posteriores. Cuando el Ego es seriamente perturbado en su concentración en el panorama de la vida, la grabación no actúa sobre los sentimientos como debiera, y de este modo la experiencia de la vida se perdería si no fuese porque los Más Altos Poderes intervienen y le hacen morir en la infancia en su próxima existencia. Los vehículos sutiles no nacen al mismo tiempo que el cuerpo físico. Los frutos de la vida anterior son entonces incorporados en ellos después de la muerte en la infancia, y en el lapso de pocos años el Ego busca un nuevo renacimiento y vive su normal longitud de tiempo sobre la tierra.
Con esta disposición, un enorme número de niños están predestinados a morir en la infancia,
porque las guerras y el velar a los muertos con lamentaciones, han privado a millones de Egos de la paz en el tiempo de la muerte. Esta presente guerra (1916) agregará más millones. Así es que la mortalidad infantil debe continuar afligiendo nuestros corazones hasta que aprendamos la ciencia de la muerte y cómo ayudar al difunto, así como hemos aprendido a cuidar del niño recién nacido. Nosotros con nuestras pequeñas y finitas mentes, hemos ya aprendido a usar las líneas de menor resistencia para alcanzar nuestros fines. Hemos estudiado la conservación de la energía, y podemos estar seguros de que las grandes Jerarquías Divinas que tienen a su cargo la evolución pueden usar métodos similares con mayor eficiencia. Por tanto, puesto que los bebés deben morir por las razones apuntadas, ¿qué cosa más natural que dejar que tantos como estén predestinados tomen un cuerpo masculino con un cuerpo vital negativo, el cual sucumbirá más fácilmente a los rigores de la existencia física?
Sin embargo, no se negará que un gran número de muertes en la infancia son debidas a la falta de comprensión de la compleja constitución del ser humano, la cual incluye los vehículos más sutiles que el que vemos y que comúnmente creemos que constituye el organismo entero.
Aunque el cuerpo vital de un infante está todavía comparativamente in-organizado al tiempo de nacer, el éter que va a usarse para completarlo, está dentro del aura, listo para ser asimilado, y si alguna persona está en los alrededores del niño débil y anémico, esta persona
es un vampiro inconsciente y extrae del almacén el éter no asimilado del infante mucho más fácilmente que del de un adulto, cuyo cuerpo vital está completamente organizado.
Naturalmente la persona débil extrae más fácilmente éter que está negativamente polarizado, como es el caso del cuerpo de un niñito, que el éter positivo de la niña. Por tanto, también en esta forma cuenta la mayor mortalidad de los bebés, junto con muchas muertes no debidas a la ley enunciada.
Si esto fuera conocido y creído, un gran paso habría sido dado para salvar a los infantes, porque entonces podrían tomarse precauciones. En primer lugar, los niños deberían dormir en una cuna tan lejos de la madre como sea posible para que su aura no se mezcle con la del niño.
Una madre débil no debe dar de mamar a su niño, sino obtener, si es posible leche fresca y caliente de vacas sanas y bien nutridas, o todavía mejor, de cabras, porque entonces la leche
fresca está sobrecargada del éter del animal y tiene una energía vital no apreciada por el químico que hace un simple análisis físico de sus constituyentes químicos. Y por fin, pero no menos importante, el masaje del bazo y la estimulación de los nervios viscerales, cuidadosa y
persistentemente practicados, ayudará a la contraparte etérica de ese órgano en su actividad de especializar la energía solar de la cual dependen tanto los procesos vitales, como los pulmones del aire.

del libro Filosofía Rosacruz en Preguntas y Respuestas" 
Tomo Segundo, de Max Heindel

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