PREGUNTA N° 50
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NATURALEZA DE LOS GLÓBULOS BLANCOS EN LA SANGRE
Dice usted en el Cosmos que los glóbulos de la sangre no son los policías del organismo. ¿Cuál es entonces su misión y origen?
Respuesta: Para aclarar esto al lector corriente, primero es necesario decir que además del cuerpo denso visible para todos nosotros, hay vehículos más finos que interpenetran este organismo y que son las fuentes de sus actividades. Uno es el cuerpo vital, compuesto de éter, cuya misión es construir el cuerpo denso por medio del alimento que ingerimos. Controla
todas las funciones vitales, tales como la respiración, la digestión, la asimilación, etc., y actúa
a través del sistema nervioso simpático. Otro, todavía más sutil, es llamado cuerpo de deseos.
Este es el vehículo de nuestras emociones, sentimientos y deseos, los cuales gastan las energías almacenadas en el cuerpo denso por medio de los procesos vitales, a través del control del sistema nervioso voluntario, o sea el cerebro espinal. En sus actividades este cuerpo de deseos está destruyendo y descomponiendo constantemente el tejido construido por el cuerpo vital y es la guerra entre estos vehículos lo que produce lo que llamamos conciencia en el mundo físico. Las fuerzas etéricas del cuerpo vital actúan de tal manera que convierten en sangre la mayor cantidad de alimentos que les es posible, y la sangre es la más elevada expresión del cuerpo vital.
En los animales inferiores, desde las aves para abajo, los cuales están enteramente bajo la guía de un guardián invisible llamado el Espíritu-Grupo, la sangre es nucleada, pero en los mamíferos superiores, que están en el umbral de la individualización, y particularmente en el hombre, que ya es un individuo, un Espíritu interno, ya no existen núcleos en los glóbulos sanguíneos. Aun en el feto, que se forma bajo la única dirección de la madre durante las primeras semanas, y por lo tanto tiene glóbulos sanguíneos nucleados en ese período, estos núcleos cesan de formarse tan pronto como el Ego entra en el cuerpo que ha de habitar. Esto
tiene lugar alrededor de los veintiún días después de la concepción, y cuando tienen lugar los
primeros movimientos del feto, el Ego interno de éste ha destruido todos los glóbulos con núcleo. Desde este momento en adelante no se forma ninguno, porque el Ego debe ser el amo de su vehículo. Este no es el caso cuando hay un núcleo o centro en los glóbulos de la sangre suministrando un asidero para otro "espíritu". Es fácilmente demostrable que la vida está en la sangre, porque si bien podemos algunas veces amputar impunemente un brazo o una pierna, no podemos desangrar al cuerpo sin matarlo también.
Así es que el vehículo particular del Ego es la sangre, y así como en las pasadas edades de desarrollo hemos cristalizado la materia con el fin de formar nuestro cuerpo denso, así también está planeado que ahora debemos estearizar nuestros vehículos con el fin de que podamos elevarnos nosotros y el mundo en que vivimos al reino espiritual, por encima de la materialidad. Naturalmente, por lo tanto, el Ego se esfuerza en gasificar la sangre, y, a la vista
espiritual, esta sangre con glóbulos rojos no nucleados, no es un líquido, sino un gas. No es argumento contra esta afirmación el que en el momento en que pinchamos nuestra piel la sangre brota en forma de líquido. En el momento en que abrimos la válvula de una caldera de
vapor el gas también se condensa y sale en forma de líquido, pero si fabricamos una máquina de vapor, de vidrio, y miramos la forma en que trabaja el vapor en ella, veremos únicamente el pistón moverse hacia atrás y hacia adelante, impulsado por un agente invisible: el vapor en movimiento. Similarmente, así como el vapor en movimiento y caliente de la caldera es invisible y gaseoso, así también la sangre al circular dentro del cuerpo humano es un gas, y entre más elevado sea el estado evolutivo de cualquier Ego, más capaz es éste de estearizar su sangre.
Cuando mediante los procesos vitales el alimento ha llegado a este elevadísimo estado alquímico, el proceso de condensación comienza, y el gas sanguíneo se transforma en tejidos en los varios órganos para reemplazar lo que había sido destruido o consumido en las
actividades del cuerpo. El bazo es la puerta de entrada del cuerpo vital. Allí la energía solar que abunda en la atmósfera circundante, entra en forma de corriente continua para ayudarnos en los procesos vitales, y allí también la batalla entre el cuerpo de deseos y el cuerpo vital es peleada más tenazmente.
Los pensamientos de preocupación, temor y cólera, se interponen en los procesos de evaporación del bazo. El resultado es que se forma una partícula de plasma por causa de la condensación, la cual al momento es atrapada por una forma de pensamiento elemental que forma un núcleo y se incorpora en ella. Entonces comienza a vivir una vida de destrucción, amalgamándose con otros productos de desecho y con elementos de descomposición dondequiera que éstos se formen, haciendo del cuerpo un muladar en vez del templo del Espíritu que vive en su interior. Podemos por lo tanto decir que cada glóbulo blanco que haya
sido atrapado por una entidad extraña, es una oportunidad perdida para el Ego. Entre más oportunidades perdidas de éstas haya en el cuerpo, menos estará éste bajo el control del Ego.
Por consiguiente, los encontramos presentes en gran número en las personas enfermas, más
que en las personas sanas. Puede también decirse que la persona de naturaleza jovial o devotamente religiosa, que tiene fe y confianza absolutas en la divina providencia y en el Amor Divino, tendrán menos oportunidades perdidas o glóbulos blancos, que los que siempre están temerosos y preocupados.
del libro "Filosofía Rosacruz en Preguntas y Respuestas" Tomo Segundo,
de Max Heindel
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