PREGUNTA N° 41
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EFECTOS DE LA AMPUTACIÓN
¿Cuando un brazo o una pierna es amputado, existe ese miembro independientemente en el Mundo del Deseo después de la amputación? Y después de la muerte, ¿aparece la persona sin su mano o su pie en el Mundo del Deseo? He conocido personas que sufren dolores en un miembro bastante tiempo después de la amputación, aun durante años. ¿Cómo explica usted esto?
Respuesta: Cuando un brazo, pierna o cualquier órgano ha sido extraído del cuerpo físico por medio de una operación quirúrgica, solamente la parte densa del órgano ínter penetrado por el éter, es extirpada. Los cuatro éteres que constituyen el cuerpo vital del hombre o mujer así operado todavía permanecen en su sitio; pero existe una cierta conexión magnética entre la parte que se descompone en la tumba y la contraparte etérica que permanece con la persona.
Por consiguiente, él o ella sienten el dolor y el sufrimiento en la parte extirpada, por algún tiempo después de la operación, hasta que la putrefacción haya tenido lugar y la contraparte
etérica se haya desintegrado.
Encontrará algunos casos interesantes que demuestran este asunto y alguna enseñanza adicional sobre esta materia en el Concepto Rosacruz del Cosmos. Cuando una persona que ha sido herida pasa al reino invisible, piensa con la misma mente, y se imagina a sí misma allí tal como era en este mundo. Por lo tanto, una cicatriz en la frente o la pérdida de un brazo o pierna, son reproducidos en medio de su pensamiento en la materia del Mundo del Deseo y aparece desfigurado, como aquí.
En la Guerra Mundial esto fue muy notable, porque todos los soldados que fallecían con heridas que podían ver y cuyo efecto sabían como determinar, reprodujeron estas heridas en sus cuerpos de deseos. Sentían dolor similar al que habrían padecido si hubiesen estado todavía en el cuerpo físico, porque imaginaban que debería haber dolor en conexión con ello.
Sin embargo fueron prontamente auxiliados por otros, y por aquellos que habían sido ayudados por los Hermanos Mayores a ver las cosas como son, a saber, que realmente no había dolor. Tan pronto como fueron convencidos de que sus heridas no eran sino ilusorias y enseñados que podían moldear sus cuerpos, convirtiéndolos al estado normal y saludable, pudieron rápidamente remediar esta condición.
del libro "Filosofía Rosacruz en Preguntas y Respuestas"
Tomo Segundo, de Max Heindel
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